Desde que éramos novios mi esposa sabe que lo que más me pone es el sexo gay, en especial mamar vergas y recibir por el culo, así que nuestro sexo conyugal consiste en sesiones de pegging y porno gay. En las sesiones de porno gay ella me masturba mientras yo inhalo popper y veo con ella vídeos como este. A ella nunca le ha importado que yo sea un maricón en la cama, de hecho le gusta y estimula mi homosexualidad y a cambio disfruta con mis gemidos y mis brutales corridas de excitación.